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Diseño sonoro de Hawksaw Ridge
- Creado en Martes, 05 Septiembre 2017 20:38
- Fecha de publicación
- Escrito por Hernán Ramos
Hawksaw Ridge narra la historia del soldado Desmond T. Doss (interpretado por Andrew Garfield) durante la batalla de Okinawa en la Segunda guerra mundial. Doss fue un objetor de conciencia que decidió servir al ejército de los Estados Unidos como médico, negándose rotundamente a siquiera portar un arma aun cuando se iba a internar en uno de los campos de batalla más sangrientos de los últimos tiempos. La historia en la pantalla grande fue dirigida por Mel Gibson y contó en la supervisión, diseño de sonido y mezcla con Andy Wright, Robert Mackenzie y Kevin O’Connell. Su trabajo fue tan excepcional que los hizo merecedores del Oscar a mejor sonido en su edición de 2017.
La película está compuesta de dos ritmos principales: alterna un drama con una historia de guerra. Así, los editores y diseñadores sonoros pretendieron crear una experiencia de inmersión entre las emociones de cada sección; esto atendiendo a las peticiones del director. El drama está tratado de manera clásica, con mucha música extradiegética, diálogos centrados y mezcla hiperrealista de foleys en algunos fragmentos. Llama la atención el uso de silencios y filtros de señal para acentuar momentos decisivos, que llevan al espectador a meterse en los zapatos del protagonista. Estas escenas particularmente determinan el carácter y determinación pacifista del Soldado Doss y son fundamentales para el desarrollo de la historia.
A su vez los fragmentos en el campo de batalla tienen un gran mérito en el ámbito del sonido. Dado que ésta fue una producción con un presupuesto limitado, fue necesario construir el sonido sobre los elementos disponibles. El ingeniero de mezcla, Kevin O’Connell, comentó en entrevista para Deadline que muchos de los sonidos de disparos, explosiones y misiles, no pudieron ser grabados específicamente para la película, así que se recurrió a la búsqueda en librerías de sonido. Por ejemplo, el sonido de cañón de 16 pulgadas fue uno de los más difícil de conseguir. Por tanto, como él dijo para otra entrevista para ABC news: “en las escenas de batalla, el sonido es en su mayoría recreado, salvo algunos diálogos”. Esto contribuyó a la intención de los supervisores de efectos de sonido de tener control absoluto sobre cada sonido; así, tuvieron la libertad para alternar las perspectivas de acuerdo a los cambios entre planos, aspecto fundamental para meter al espectador en el fragor de la batalla y darle dinamismo al desarrollo de la misma. De esta forma, y gracias al efectivo flujo de trabajo, el departamento de sonido en conjunto con el director, el productor y el compositor lograron consolidar exitosamente el paisaje sonoro tan característico de Hawksaw Ridge.
Andy Wright menciona la estructura y tratamiento de las tres batallas que suceden en la película; la primera, es una secuencia de cerca de 12 minutos sin música, que permitió un amplio trabajo creativo en el manejo y disposición de los efectos de sonido, trabajados milimétrica y pulidamente, que aportan a la sensación impactante que genera ver el horror de una guerra. A su vez, la inmersión se concreta en tanto el ritmo de la batalla es apoyado por el sonido, aquí toman importancia las diferentes perspectivas anteriormente mencionadas.
Por ejemplo, el impacto de las balas sobre los cuerpos de los soldados capturados en un plano relevante es sobresaliente sobre la mezcla, con un gran contenido en baja frecuencia. Contrasta esto con otra escena en la que aparece una de las armas en primer plano mientras es accionada por un soldado, el sonido de los casquillos son los que sobresalen entre el resto. Es fundamental para arraigar la sensación de guerra alternar las perspectivas de verdugo y víctima que conviven en cada soldado.
La segunda batalla empieza a combinar los efectos de sonido con música de orquesta y algunos sintetizadores. La intención fue mantener la atención de la audiencia en un aspecto más emocional sin dejar atrás la crudeza de la guerra, también se realza el movimiento del ejército estadounidense retrocediendo tras la avanzada japonesa.
La tercera batalla acentúa el dramatismo sobre cualquier otro aspecto del enfrentamiento; por lo tanto, se juega con los tiempos de la imagen, aludiendo a silencios parciales de los efectos de sonido y relevancia de la música durante su desarrollo. En las tres es sorprendente el manejo de las respiraciones del protagonista para denotar la sensación a acentuar.
Por último, una anécdota de la producción que evidencia el compromiso de quienes estuvieron involucrados en la película: el sueño del protagonista, al caer la noche después de un día de lucha, es uno de los momentos más impactantes y aterradores de la película. Él se siente en la misma trinchera donde duerme, pero es sorprendido por la incursión de unos japoneses que vienen a matarlo a mitad de la noche. El grito del nipón fue grabado por el director, Mel Gibson, y en la mezcla fue enviado a todos los parlantes del sistema envolvente; hecho que inunda del terror de ser sorprendido por la muerte a quién ve y escucha la escena.